El Colegio Guillermina Leston de Guzmán, pertenece a la Congregación de las Religiosas Misioneras de la Inmaculada Concepción. Nos alienta el deseo de extender el Reino de Dios, a través de la tarea educativa entendida como un “encuentro”, mutuo en el que se prioriza una formación integral, tanto humana como cristiana de los alumnos.
El CARISMA MIC, don y tarea confiado por el Espíritu a nuestra fundadora, Madre Alfonsa Cavín, es lo que nutre todas las actividades del centro, consolida nuestra identidad y da sentido de pertenencia al mismo. “El seguimiento a Jesús Misionero, nos lleva a cooperar en la Obra Salvadora de Cristo, como "discípulos y discípulas comprometidos", teniendo a María Inmaculada, como Madre, y Modelo de Discípula, oyente fiel de la Palabra y por ende, atenta siempre al querer de Dios en su vida.
Nuestra Congregación, ha puesto énfasis en la educación, y ha impulsado con interés la promoción integral de niños, jóvenes y adultos. A lo largo de la historia, se ha expandido por varios continentes: África, Europa, América.
Las Religiosas Misioneras de la Inmaculada Concepción, llegaron a Argentina, Buenos Aires en 1912. Seis años después, en 1918, se instalan en San Miguel de Tucumán para guiar un hogar de niñas huérfanas, a las que asistían, cuidaban y formaban en la fe hasta que cumplían siete años de edad.
Por iniciativa de la Hermana Superiora, Obdulia Canal, directora del Hogar de Niñas, comenzó a gestarse la idea de fundar un colegio, que diera una esmerada educación a las mismas, preparándolas para afrontar la realidad social y laboral de esos tiempos, brindándoles a la vez un amplio programa de cultura general.
Esto se fundamentaba en el Carisma propio de la Congregación, basado en la Acción Transformadora del mundo a través de la educación y la asistencia y en el servicio hacia los más necesitados.
Los hitos de nuestra historia como Colegio, nos permiten celebrar el pasado, vivir el presente y avizorar el futuro en este Proyecto Educativo.
El predio del edificio que hoy ocupa nuestro Centro Educativo, fue donado por Don Alfredo Guzmán y su esposa Doña Guillermina Leston de Guzmán, quien da origen y razón del nombre del colegio.
Acción y misión se fusionaron para dar vida a la obra educativa, y el 10 de Abril de 1937 fue inaugurado el Colegio con la presencia del señor Alfredo Guzmán, quien en su discurso destaca: “Esta Casa llena un anhelo de mi espíritu, de largo tiempo atrás acariciado con mi esposa...”
Con el transcurso de los años, nuestra Institución fue ampliando su propuesta académica y abriéndose a otros sectores sociales. La década del ’60, marca el comienzo de una nueva etapa, con la llegada de una joven religiosa española- Madre María Jesús Lasterra- quien se puso al frente de la conducción, insuflando y abrazando un estilo innovador y de avanzada para la época. Junto con ella, un grupo de religiosas fueron gestando un fuerte liderazgo en la Organización, que trascendió al equipo docente, alumnos y padres.
Hoy retomamos las huellas del tiempo transcurrido, resignificando lo que nos identifica y define, viviendo el presente y proyectándonos con confianza al futuro, teniendo presente quienes somos: Escuela Católica Concepcionista con una espiritualidad Cristocéntrica Mariana y Misionera.
Sostenemos una cosmovisión integral de la persona, reafirmamos los procesos educativos, adecuando nuevos y actualizados métodos pedagógicos y sintiéndonos llamados a desplegar el sueño de Dios, en cada vida encomendada.
La Congregación, atenta siempre a los desafíos del momento histórico en estos últimos tiempos , propuso un PROCESO DE RECONVERSIÓN con el Espíritu y desde el Espíritu en sus obras.
Nuestra Institución dentro de ese marco Congregacional, sin olvidar la esencia heredada desde sus orígenes, vio oportuno y conveniente ponerlo en marcha, en las dimensiones: administrativa, organizacional y pedagógica.
Desde el año 2014 al 2018 se llevó a cabo el mismo. Y luego de una Evaluación Institucional de cada área, se conformó un Grupo Gestor con docentes de los distintos niveles, que en varias jornadas de trabajo fue re-elaborando nuestro Proyecto Educativo Institucional y Pastoral, fundamentado en tres aspectos del Marco Inspiracional: Comunidad – Misión - Espiritualidad y tomando como eje transversal la experiencia del Discipulado.
El Carisma, nutre y recrea nuestros proyectos a través del modo en el que vivimos nuestra espiritualidad, vida comunitaria y misión. Desde ese centro vamos haciendo proceso y potenciando una Formación Permanente que nos permite vivir como discípulos y discípulas en estos tiempos.
Representante Legal
Hna. Evangelina Navarro
Coordinadora Institucional
Hna. Maria Isabel Remirez
Nivel Secundario
nivelsecundario@colegioguillermina.edu.ar
Rectora: Dra. María José Frías Únzaga
Nivel Primario
nivelprimario@colegioguillermina.edu.ar
Directora: Prof. Adriana Ruiz
Nivel Inicial
marisu@colegioguillermina.edu.ar
Directora: Prof. María Alejandra Gramajo
Como nace esta Institución y el sueño de Madre Obdulia Canal
Madre Obdulia Canal siempre había soñado con un colegio en Tucumán, y siendo Superiora de la Casa Cuna, pasó las Santa Visita la Rvdma. Madre Jesús Cané Sureda a quien manifestó su deseo.
-“No me parece mal, -repuso nuestra Madre General-, el permiso se lo doy pero el Instituto no le puede dar ni un centavo...”
Un poquito desalentadora la respuesta, pero no para Madre Obdulia, persona de gran temple, ya que tenía el permiso…¡Adelante!
Llamó al Sr. Francisco Javier, amigo de los Sres. Guzmán, y le dijo:
-“Tenemos proyectado levantar un colegio y nadie como los de Tucumán para ayudarnos..”
-“Algo maravilloso..” - contestó el buen señor, que de momento no podría prestarle ayuda, pues estaba edificando una Capilla a los Padres Lourdistas, y además una casa de campo para niños enfermizos, y añadió:
-“¿Cómo no acude Ud. a los Sres. Guzmán, personas de mucho dinero y al mismo tiempo, muy simpatizantes con ustedes, a quienes me consta que les aprecia de verdad?... Si quiere Ud., yo les hablaré en su nombre.
Vio Madre Obdulia que la mano de la Divina Providencia, todo lo iba dirigiendo.
El Sr. Francisco Javier, al despedirse, se fue derecho a casa de los Sres. Guzmán, quienes celebraron la valentía de Madre Obdulia que quería levantar un colegio sin tener un centavo.
Al poco rato, se entrevista Don Alfredo con la Madre.
-“Dicen que quiere Ud. Madre Obdulia comprar unas casas para un colegio…¿Con qué medios cuenta Ud.?..”
-“Cuento con lo que Ud. quiera darme, y si no me presentaré al Sr. Gobernador..”
-¿No es verdad Sr. Guzmán que después de tantos años en ésta capital de provincia es una vergüenza no tener un colegio?”
-“No deja de tener gracia!”, -repuso el Sr. Alfredo. -“¿Y qué clase de escuelita quiere Ud.?”
-“¿Escuelita? ¡Ah, no Sr. Guzmán!..¡Yo quiero un colegio como el que Ud. vio cuando fue a Barcelona!. Ya que lo hacemos, hagámoslo bien, y no dejemos a la posteridad un colegio de chiquilicuatro!
-“Bien, bien Madre Obdulia, mándeme Ud. un plano y no pida nada al Sr. Gobernador..”
Al cabo de ocho días, ni corta ni perezosa, entrega Madre Obdulia el plano del colegio con su correspondiente capilla al Sr. Guzmán.
La gracia de Dios, iba bendiciéndolo todo. No pasó mucho tiempo sin que se presentase el Sr. Guzmán con el arquitecto y un nuevo plano.
Al verlo, Madre Obdulia exclamó llena de júbilo:
-“¡Esto es lo que ansiaba!... Capilla con campanario” -a lo que añadió el Sr. Guzmán…-“..y con campanas…!
La alegría de las hermanas, fue indescriptible. El buen Jesús y María Inmaculada que querían la salvación de las almas por medio de este colegio, fue haciendo más dadivosos a los Sres. Guzmán, y el día 21 de noviembre de 1.935, se empezó a construir éste hermoso colegio, debido no menos a la generosidad de los donantes, que al tesón y constancia de Madre Obdulia.
El 10 de abril de 1.937, fue inaugurado en Tucumán, el Colegio Guillermina Leston de Guzmán, nuevo establecimiento fundado por los esposos Guzmán, y destinado a prestar beneficios a la formación de la niñez y a la juventud.
El Sr. Obispo de Tucumán en ese entonces, Monseñor Dr. Agustín Barrere, bendijo la capilla y las dos campanas a las que se les impuso los nombres de Guillermina y Concepción, y las instalaciones del Colegio.
Al acto inaugural y bendición del nuevo establecimiento, asistieron entre otras autoridades el Sr. Gobernador, Dr. Miguel M. Campero y el Ministro de Gobierno, Dr. Norberto Antoni que acompañaron al Sr. Obispo de Tucumán, Monseñor Dr. Agustín Barrere.
Acto seguido, el Sr. Alfredo Guzmán que donó el establecimiento, en su nombre y en el de su Sra. esposa, hizo uso de la palabra, expresándose en los siguientes términos:
-“Entregado desde mi juventud a una vida de labor activa, no tengo el hábito de hacer discursos, pues he preferido siempre las obras a las palabras. Creo no obstante indispensable exponer brevemente la finalidad de esta fundación que hoy se inicia. La inauguración de esta casa que hoy abre sus puertas, llena un anhelo de mi espíritu de largo tiempo atrás acariciado con mi esposa y acrece nuestra satisfacción, el haber podido levantarlo en este barrio suburbano, donde estimamos, es mayor la necesidad de un establecimiento de tal índole”.
El nuevo colegio está destinado a la educación de la juventud, a la cual se desea preparar para una buena cultura general práctica y seria para la vida cada día más difícil y llena de peligros para los jóvenes. Pero esta formación sería incompleta y carecería de solidez si no se la asentara sobre la firme base de una educación moral y religiosa. Solo en tal forma realizada, entendemos hacer un bien positivo a quienes la reciban y a la sociedad en que deberán actuar.
Para conseguirlo, la entregamos a una Congregación Religiosa, las Misioneras de la Inmaculada Concepción, ya ventajosamente conocida entre nosotros por su actuación en el Instituto de Puericultura y Asilo Maternal, y en otros países por su labor educacional.”
El colegio lleva el nombre de doña Guillermina Leston de Guzmán, que perteneció a una de las familias de más antiguo linaje de Tucumán, y entre cuyos miembros se cuenta al Gral. Julio A. Roca y Don Marcos Paz. Nació el 29 de noviembre de 1.864 y murió el 22 de agosto de 1.942, a los 83 años. Hija de Don Eduardo Leston, de origen germano, radicado en Tucumán, y de Doña Justa Paz García. Creció aleccionada con los principios básicos de nuestra religión. Esposa ideal, dinámica y activa, actuó animosamente proporcionando al compañero la insinuación del consejo medido y justiciero. Ambos lucharon y se complementaron. El amor les dio fortaleza, la fe los hizo muy buenos. Se los llamó “benefactores de Tucumán”. De su generosidad sin límite son testimonio las múltiples obras realizadas sin ostentación, confundiéndose los nombres de los esposos para los cuales era lema “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Doña Guillermina Leston de Guzmán sembró caricias, mitigó dolores e hizo el bien sin esperar recompensa, y por ello, hoy siempre resonarán como eco las palabras vibrantes de agradecimiento para ensalzar tanta virtud y mostrarla como ejemplo a la posteridad y generaciones venideras.
La tarea educativa, entendida como un “encuentro”, o una “comunidad de almas”, o como una empresa en donde la formación integral tanto humana como cristiana interesan, se ha convertido en la protagonista del mandato que Dios encomendó a Madre Alfonsa Cavín, un 4 de agosto de 1850.
La nueva familia, iluminada por el Espíritu Santo, dejó entrever su empuje, su dinamismo y constante esfuerzo, que no sabe de cansancios ni de fatigas y da fuerza a la vida de la comunidad, proyectándose inevitablemente en las nuevas generaciones que encomendaron su formación a este grupo de religiosas.
Con la mirada en el cielo, pero los pies pisando firmemente la tierra, se intentó y se intenta imitar a Jesús Misionero y María Inmaculada, en un arduo proceso de inmersión e integración en la sociedad.
Nacida el 4 de Agosto de 1850
Las Misioneras de la Inmaculada Concepción o Misioneras concepcionistas (en italiano: Missionarie dell'Immacolata Concezione) son un instituto religioso de mujeres de derecho pontificio. Las hermanas de esta congregación posponen a sus nombres las iniciales M.I.C.
El 13 de junio de 1850 la comunidad de las Hermanas de la Sagrada Familia de Burdeos de Mataró, a sugerencia del sacerdote Gabriele Battllevell, se separó de la casa padre de Burdeos con la intención de crear una congregación independiente. El 4 de agosto de 1850, Alfonsa Cavín, superiora de la comunidad, tomó sus votos ante José Domingo Costa Borrás, obispo de Barcelona, dando inicio formal a la nueva institución. La congregación obtuvo un decreto papal de alabanza, el 11 de enero de 1891 y la aprobación final el 28 de abril de 1902. Sus constituciones fueron definitivamente aprobadas por la Santa Sede, 14 de junio de 1902.
Las hermanas están dedicadas a la educación y la educación cristiana de la juventud, así como, al cuidado de los huérfanos, los ancianos y los enfermos. Se encuentran en Europa (Italia y España), América (Argentina, Colombia, México, Paraguay y Venezuela) y África (Camerún, Ghana, Guinea Ecuatorial, Liberia y Togo).
La casa general se encuentra en la vía del Monte Gallo en Roma. A finales de 2008 la congregación contaba 404 religiosas en 60 casas.
Para iniciar el proceso de inscripción por favor hacer click en el enlace adjunto.
Estaremos muy felices de recibirlos en nuestra Comunidad Inspiradora!
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